Un gol de Dani Alves a tres minutos del final del partido metió a Brasil en la final de la Copa de las Confederaciones, tras un encuentro en el que la iniciativa fue para los "Bafana, bafana", que impusieron su ritmo de juego ante los brasileños durante muchas fase del encuentro.
Sudáfrica puso la claridad en el juego y Brasil la calidad y al final, cuando todo hacia pensar en la prórroga, un trallazo en una falta de Dani Alves, que acababa de entrar en el campo, valió la clasificación de los pentacampeones del mundo para la final del domingo ante Estados Unidos.
De poco le sirvió al equipo sudafricano el esfuerzo realizado durante todo el encuentro, al que sólo le faltó algún destello de calidad para que el sueño de la victoria se hubiera hecho realidad, ante un equipo brasileño que estuvo desconcertado durante mucho tiempo.
Joel Santana, el entrenador brasileño de la selección de Sudáfrica, cumplió lo prometido la víspera del encuentro y su equipo no salió agazapado en su área, sino que trató de jugar de igual a igual ante la todopoderosa selección brasileña y lo consiguió.
Para ello, trató de imprimir velocidad al juego y sus futbolistas lograron que los brasileños no se sintieran cómodos en el tramo inicial del partido. Sin embargo, la primera oportunidad del encuentro fue para Brasil en un disparo lejano de Ramires, al que dieron réplica Gaxa, también desde lejos, Mokoena, de cabeza, y Tshabalala en el lanzamiento de una falta.
Brasil se mostraba menos ofensiva que en otros partidos y aunque cuando manejaba el balón, demostraba su calidad, no era capaz de acercarse con asiduidad a la meta del equipo sudafricano, que durante muchas fases de primer periodo se hizo con la posesión del balón. La siguiente opción clara para Brasil fue en un lanzamiento de Kaká desde fuera del área y la inmediata para el sudafricano Pienaar. Era un partido de ida y vuelta que en su primera mitad se jugó mucho más como querían los "Bafana, bafana" que como le habría gustado a Brasil.
Sudáfrica se mostró más ofensiva si cabe al comienzo del segundo periodo con un acoso a la meta rival de los que pocas veces había padecido una selección de la entidad de Brasil, cuyo guardameta Julio César realizó una parada prodigiosa en un balón rebotado poco antes del cuarto de hora de juego. Hasta Kaká bajaba a defender.
Mediado este periodo, disminuyó el vendaval de los sudafricanos y el encuentro se niveló, aunque sin que la meta de Khune viviera situaciones de inquietud.
El empuje, la fuerza y la intensidad en el juego era asunto de los "Bafana, bafana", que tenían desorientada a la selección brasileña, a la que le faltaba claridad de ideas en su juego ofensivo. El equipo local sabía que a Brasil le faltaba claridad, pero también que le sobraba calidad, por lo cuando el encuentro entró en su cuarto de hora final, Sudáfrica empezó a mostrarse como un equipo más conservador y a tratar de resolver el encuentro con disparos tan lejanos como desviados.
Cuando el partido estaba para la prórroga, en una acción aislada de ataque de Brasil, Mokoena cometió falta sobre Ramirez y ésta fue lanzada magistralmente por el recién entrado Dani Alves, lo que dio el triunfo al equipo brasileño.
Alineaciones:
Brasil: Julio César, Maicon, Lucio, Luisao, Andre Santos (Dani Alves, m.81), Gilberto Silva, Felipe Melo, Ramires, Robinho, Kaká y Luis Fabiano (Kleberson, m.90+).
Brasil: Julio César, Maicon, Lucio, Luisao, Andre Santos (Dani Alves, m.81), Gilberto Silva, Felipe Melo, Ramires, Robinho, Kaká y Luis Fabiano (Kleberson, m.90+).
Sudáfrica: Khune, Gaxa, Mokoena, Booth, Masilela, Mhlongo, Dikgacoi, Pienaar (Van Heerden, m.90+), Thsabalala (Mhpela, m.90+), Modise (Masehgo, m.90+) y Parker.
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