Kaká fue presentado como nuevo jugador del Real Madrid con el dorsal número 8 ante un Santiago Bernabéu que registró nada menos que tres cuartos de entrada. Tras una intervención de Florentino Pérez, que le dio la bienvenida citando su nombre completo, tomó la palabra el futbolista brasileño, que dijo estar ante "un día muy especial" y se declaró "muy feliz" delante de los 50.000 espectadores que corearon su nombre.
"Hoy es un dia muy especial para mí, estoy muy feliz de que esta nueva etapa de mi carrera sea en el Real Madrid. Mi deseo es tener mi nombre en la historia de este club, con victorias y conquistas, Hala Madrid". Este fue el breve discurso del nuevo 'crack' del Real Madrid.
Florentino abrió el acto con un discurso en el que alabó a su nuevo 'crack' y también al presidente de honor, Alfredo Di Stéfano, al que se vio visiblemente emocionado ante el clamor de la grada. "Uno de esos jugadores unicos", dijo Florentino sobre Kaká. Un futbolista, según el presidente, que incrementa "la ilusión de todos nosotros a la hora de afrontar el reto de poner a nuestro club en ese liderazgo que nos demanda nuestra historia".
El presidente del Real Madrid destacó la "firme convicción de ser jugador del Real Madrid" del brasileño, e hizo hincapié en los valores que representa el ex jugador del Milan. "Ha sido capaz de conquistar el mundo del fútbol con un comportamiento impecable y una imagen modélica dentro y fuera del terreno de juego. Representa esos valores esenciales en el madridismo".
Después, y tras la breve comparecencia del protagonista principal del acto en castellano, Kaká dio la vuelta por donde se encontraban los aficionados, que incluso se lanzaron a por él para tocarlo, y sacó una camiseta con su nombre y su número, el 8, posando para los fotógrafos y las cámaras de televisión. Según explicó Valdano más tarde, la razón de que Kaká lleve el 8 se debe al deseo de Gago de lucir el 5, un número muy especial para los mediocentros argentinos.
La locura se desató en el Santiago Bernabéu desde media tarde. La cola de gente que esperaba para entrar al estadio daba la vuelta al mismo. Tras la apertura de puertas miles aficionados entraron corriendo al coliseo madridista. El Fondo Norte se llenó y la gente llegó hasta casi la mitad del estadio. En torno a tres cuartos de entrada, unos 50.000 espectadores, se dieron cita en el Santiago Bernabéu. Incluso se abrió el Fondo Sur, a pesar de que quien lo vio desde allí no pudo ver prácticamente nada al estar tapado por el escenario.
En el Santiago Bernabéu se colocó un escenario con un atril que tenía el escudo del Real Madrid en el centro y cuatro fotos de cuatro de los principales jugadores de la historia del club. De izquierda a derecha se pudieron ver las imágenes de Raúl (celebrando una victoria en el Camp Nou), Juanito, Di Stéfano y Zidane (su gol en Glasgow).
Al lado del atril se podían ver las 9 Copas de Europa ganadas con el club madridista. En fin, todo estaba preparado. Sólo faltaba el verdadero protagonista de la fiesta.
Al lado del atril se podían ver las 9 Copas de Europa ganadas con el club madridista. En fin, todo estaba preparado. Sólo faltaba el verdadero protagonista de la fiesta.
Firma del contrato. Unos minutos antes de que Kaká saliera al estadio ante los 50.000 espectadores se produjo la firma del contrato del brasileño. Fue en la sala de juntas, con toda la Junta Directiva presente. El futbolista y Florentino Pérez firmaron los correspondientes papeles.
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