viernes, 28 de agosto de 2009

Pavel Nedved le dice adiós al fútbol


Uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol checo decidió ponerle fin a su carrera deportiva, dieciocho años después de su debut, allá a los lejos en 1991. La melena rubia de Pavel Nedved ya no se verá más en el campo de juego del Olímpico de Turín. El León de Praga fue un jugador exquisito, rápido, encarador, ágil e inteligente. Podía definir con ambas piernas, tenía un buen remate de cabeza (a pesar de su baja estatura) además se hacía cargo de los tiro libres de su equipo. Durante gran parte de su carrera se desempeño por la banda izquierda, donde su velocidad e inteligencia le permitieron tanto ayudar en el aspecto defensivo como crear peligro en el ofensivo. Sin dudas deja una huella en el fútbol. Nedved empezó su carrera en el Dukla Praga en 1991.

En su primera temporada en el club mostró su potencial por lo que el Sparta Praga posó sus ojos en él y decidió comprarlo. Cuatro temporadas estuvo en el Praga, donde conquistó la Liga de Checoslovaquia y una Copa de República Checa.
En la Eurocopa de 1996 Nedved fue la figura del conjunto y gracias a su gran participación, su selección llegó a la final de dicha competición, sucumbiendo ante Alemania. Su gran actuación en dicho certamen llevó a la Lazio a interesarse en él. Formó parte de una de las mejores épocas del conjunto biancocelesti, donde consiguió la Serie A 1999-2000, dos Copas de Italia, una Recopa de Europa y una Supercopa europea. 51 goles en 207 partidos, junto con su gran juego mostrado en la Lazio llevaron a la Juventus a adquirirlo por 42 millones de euros para la temporada 2001-2002. En la Vecchia Signora vivió sus mejores años: conquistó cuatro ligas italianas (2002,2003, 2005 y 2006) aunque las últimas dos le fueron revocadas por el famoso caso de corrupción, por lo que la Juve fue descendida a la Serie B italiana. Con ofrecimientos de varios clubes importantes del fútbol Europeo,

Nedved
demostró su lealtad a la institución de Turín y se quedó, para junto con Del Piero, devolver a la Juventus al lugar que merecía estar en tan solo una temporada. 327 partidos (65 goles) lo hacen uno de los ídolos del conjunto turinense. Su último encuentro fue ante la Lazio, por la Serie A.
Otro de los puntos altos de su carrera fue la Eurocopa Portugal 2004, donde llevó a su selección a las semifinales, para luego subirse al último escalón del podio. El Mundial 2006 sea, tal vez, una de las manchas de su exitosa carrera (recordemos que República Checa quedó afuera en primera ronda en el grupo que conformaban Italia, Ghana y Estados Unidos). Fue uno de esos mediocampistas multifunción. Podía jugar de enganche o en las bandas, podía jugar como media punta nueve. Generalmente se desempeñaba por la izquierda, cumpliendo con el ida y vuelta constante que todo mediocampista sobre las bandas debe tener. A pesar de no ser un delantero Nedved siempre se anotaba en el marcador. 147 goles a lo largo de su carrera lo demuestran. No solo fue un líder futbolístico, sino que podía soportar la presión y ser el conductor de su equipo.

Fue clave en todos y cada uno de los equipos de los que formó parte. Un mediocampista total, del estilo que Rinus Michel pretendía para sus equipos que pregonaban el fútbol total. Un planteo que esgrimía que cualquier jugador debía sentirse bien en cualquier otra posición. Y así fue Pavel Nedved, el mejor checo de los últimos tiempos. Sin dudas se extrañará esa magia que desplegaba, en los últimos tiempos, con la camiseta de la Juventus.

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