Suerte para la Fiorentina en tener un goleador como Alberto Gilardino, capaz de pasar desapercibido durante la mayor porción de un partido que lo tiene involucrado, pero con la jerarquía suficiente para resolver problemas en apenas una sola jugada, con un simple movimiento. Así lo hizo a 11 minutos del final en Lisboa, rescatando al 'Viola' de un juego que se le había tornado cuesta arriba ante el Sporting, y colocándolo en una perspectiva muy favorable para buscar en casa la clasificación a la fase de grupos de la Champions League.
El 2-2 quedó marcado a fuego en el tanteador al cabo del duelo en Lisboa, los primeros 90 minutos de la serie que se definirá la próxima semana. Dos sudamericanos desempeñaron un papel decisivo: el peruano Juan Manuel Vargas (6m.) rompió el cero en favor de la Fiorentina, en tanto que el chileno Matías Fernández resultó el jugador más destacado del partido tras haber impulsado el resurgimiento del Sporting, plasmado en las conquistas de Vukcevic (58m.), quien se fue a las duchas un minuto más tarde por celebrar sin camiseta cuando ya estaba amonestado, y Veloso (66m.). Quizás por ser anfitrión, sostenido por la necesidad de sacar un buen resultado en casa, el Sporting asumió el protagonismo de las acciones y resultó levemente superior en la puja de fuerzas. Pese al duro gope que enseguida Vargas le asestó con un magnífico disparo de zurda, previo control con el pecho, el elenco luso no se desmoronó y logró mantenerse enfocado. Con su conducta involucrada y participativa, con su espíritu amén de su fútbol, 'Matigol' Fernández fue vital en ese aspecto.
La Fiorentina, que venía menos rodado, corroboró que la ausencia de Felipe Melo y que Cristiano Zanetti no será fácil de sobrellevar: por momentos se lo vio perdido en el centro, lo cual quedó definitivamente en evidencia a partir de la libertad de la que gozaron varios hombres locales, como Veloso en el segundo tanto. La visita contó con la inspiración de Vargas para pisar fuerte desde el arranque y la de Gilardino para volver a encarrilarse, pero se vuelve a Florencia con la certeza de que deberá mejorar la versión que exhibió en la capital portuguesa.
Finalmente Gilardino, en el minuto 79, exhibió su arte para acomodar el cuerpo entre un central adversario, controlar con el pecho un balón que venía por los aires y definir magistralmente, sin dejarlo caer. Ambos equipos tuvieron una chance para llevarse todo el botín. Liedson la desperdició en favor del Sporting, en tanto que Stevan Jóvetic, quien ingresó en el segundo tiempo y fue una brisa de aire fresco para la visita, pudo haberle dado la victoria al equipo de Cesare Prandelli sobre el final, tras sacarse dos hombres de encima y definir al cuerpo del portero Patricio. El 2-2 se mantuvo intacto, a la espera de la definición.
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