Con este resultado, el equipo de Bremen 'salva' la temporada, a pesar de su mala clasificación liguera, la peor desde 1999, y las continuas decepciones protagonizadas en los últimos meses. En el duelo del sábado en Berlín, el 'héroe' fue el alemán de origen turco Mesut Ozil, que anotó en el 58 y permitió a los suyos levantar la Copa, a pesar de los repetidos intentos del conjunto de Leverkusen por igualar en la segunda mitad y forzar la prolongación. En la jugada del tanto tuvo un papel protagonista el brasileño Diego, que con una gran jugada permitió al joven Ozil, al que muchos consideran su sucesor, batir al arquero René Adler.
El centrocampista sudamericano disputaba su último partido con el Werder, después de que esta semana se confirmara que la próxima campaña vestirá los colores de la Juventus de Turín.
"Estoy muy feliz de poderme despedir del Werder Bremen de esta manera. Fueron tres años de logros y muchas alegrías y esta Copa es una forma de devolver todo el cariño que recibí en Bremen, de parte de la afición del Werder y de toda Alemania", comentó Diego. El brasileño insistió en su dedicatoria a la hinchada del que pronto será su ex equipo. "Fue muy emocionante ver a la afición gritando mi nombre y es mejor aún al poder levantar esta Copa", añadió.
El Werder dispuso de ocasiones para ampliar su ventaja con su adversario lanzado al contraataque, pero el peruano Claudio Pizarro y el portugués Hugo Almeida no estuvieron acertados, y su equipo terminó logrando su objetivo por la mínima y con sufrimiento.
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